Escuchar con atención y hablar con respeto:
 Dos claves para comunicarte mejor 


Escuchar con atención: más allá del silencio

Escuchar activamente no es simplemente quedarse callado mientras el otro habla. Requiere presencia mental y emocional. Muchas veces creemos estar escuchando cuando en realidad estamos preparando nuestra respuesta, juzgando o desconectados. Aprendí esto cuando un amigo me dijo: “No necesito que me des soluciones, solo quiero que me escuches”. Ese momento cambió mi forma de relacionarme.


Recomendaciones prácticas

  • Haz contacto visual y evita distracciones (como el celular).

  • Asiente o da señales no verbales para demostrar que estás atento.

  • Parafrasea lo que la persona dijo para confirmar que entendiste: “Entonces, lo que sentiste fue…”

  • Evita interrumpir, aunque no estés de acuerdo.


Hablar con respeto 

El respeto no está solo en las palabras, sino también en el tono, el lenguaje corporal y la intención. Hablar con claridad implica estructurar nuestras ideas para que el otro entienda, y hacerlo de forma atractiva implica conectar emocionalmente, usando ejemplos o lenguaje sencillo. La comunicación agresiva o ambigua puede cerrar puertas; en cambio, la comunicación respetuosa abre posibilidades.

Recomendaciones prácticas

  • Usa frases breves y organizadas. No des rodeos innecesarios.

  • Mantén un tono de voz sereno y firme.

  • Evita sarcasmos o juicios encubiertos.

  • Utiliza historias, analogías o ejemplos para captar la atención


Escuchar activamente implica:

  • Estar presente en cuerpo y mente.

  • Mostrar interés genuino.

  • Validar emociones sin necesariamente estar de acuerdo.

  • Evitar juicios prematuros o consejos no solicitados.



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